Capítulo 1: —Habrá dos Iglesias. ¡Y así comenzamos!
Taducción: Tanque
Edición: Nekross
PARTE 4
— Reino de la niebla, en una inespecífica
calle en una inespecífica ciudad.
Bardo.– ♪ ¡Aprendimos, oh aprendimos, de la
Erudito como ella vino! Lo primero que aprender fue la libertad entre las
personas. Aquellos que habían vivido una vida entre la hierba. Luego vinieron
aquellos cuyas vidas eran una con el agua, la gente del lago. En tercer lugar
vino la gente de la arena y la basura estéril, ellos quienes vivieron en apuros
y con fortaleza. Los cuartos fueron los hombres del sur, a los colonos les
gusta el viento que ocupó las fronteras.
El trigo
que ella llevaba a donde quiera que fuera, como oro que venía desde sus manos.
Soplaban como el viento por la tierra, y desde el suelo brotaron como fuegos
rojos, tibios y calientes.
¿Dónde
estaba la primavera? ¿Dónde estaba la primavera? El tiempo de la cosecha alzó
su cabeza, tal y como lo hicieron las cabezas del trigo dorado. Las patatas que
crecieron como colinas por debajo, brotaron sus frutos como montañas altas.
Hacia el sur, hacia el sur. Ahí es donde los frutos crecieron. Al sur, al sur.
Venga,
vengan todos, vámonos. ~♪.
— El palacio de Invierno,
una habitación grande, comité de estrategia.
La
puerta se cierra.
Héroe.–
¿Cómo va nuestro plan?
Solitario
Rey de Invierno.– Como esperábamos, la tasa de alfabetismo es un problema.
Gracias al efecto generalizado de los bardos, también hemos visto un incremento
en el número de colonos.
Senescal.–
Incluso fuera de los Reinos del Sur, la música es importante durante el
invierno.
Héroe.–
¿Y qué es este reporte?
Voltea.
Héroe.– ….
Solitario
Rey de Invierno.– ¿Estás preocupado
sobre algo?
Héroe.–
No, es sólo que, no somos los únicos en este mundo.
Solitario
Rey de Invierno.– Eso es correcto.
Senescal.–
¿Huh?
Solitario
Rey de Invierno.– O compartimos nuestras ganancias, o por separado, todos
estamos comprometidos. Eso es algo que no debemos olvidar.
Mayordomo.–
Mientras estamos en esto, ¿y los demás?
Solitario
Rey de Invierno.– Ahh, el Rey del Puño de Hierro y la Reina de Hielo y Nieve han
regresado a sus países por estar en el extranjero. Supongo que no pueden alejar
de sus reinos para siempre.
Mayordomo.–
…. Suspira.
Héroe.–
¿Algo está mal?
Mayordomo.–
Esta habitación huele completamente, y sin pretensiones, a hombres.
Héroe.–
Las hermanas se han ido para estar con la Reina de Hielo y Nieve. A pesar de
que los bardos ya están difundiendo la palabra, sigue siendo mejor hacerlo
directamente. Después de eso, parece que irán al Reino de Metal para crear una
copia original de la imprenta. Irán con la Mujer Paladín y algunos guardias. En
otras palabras, este es ahora un paraíso de hombres.
Senescal.–
¿La Mujer Paladín también?
Mayordomo.–
¿Estamos en tal precipicio?
Héroe.–
Así es. ¿Necesitamos llegar tan lejos?
Mayordomo.–
…. Suspira.
Héroe.–
Dicho eso, ¿han dicho algo?
Solitario
Rey de Invierno.– Por supuesto, mira.
Coloca
un cajón de cartas sobre la mesa.
Héroe.–
¿¡Qué!? Son demasiadas. ¿¡Por qué hay muchas!?
Solitario
Rey de Invierno.– Bueno, cuando se trata del Continente Central, realmente no
podemos decir que es un país unificado o algo. Hasta hace 20 años, eran un
grupo de pequeños estados que constantemente peleaban entre ellos, y hasta la
invasión de los Demonios, la única cosa que los unía era la Iglesia. Es por eso,
que a pesar de que son sólo críticas, naturalmente haya muchas aquí reunidas.
Héroe.–
Entonces, ¿supongo el contenido es todo el mismo?
Solitario
Rey de Invierno.– Sí. En resumen, es básicamente sólo una serie de denuncias
oficiales de la Santa Iglesia de la Luz. Justo ahora, parece que están
amenazando con Excomulgarnos[1].
El resto son declaraciones de Reyes y Nobles. El contenido en su mayoría sólo
nos pide que nos disculpemos.
Senescal.–
Bueno, bueno, la mayoría de éstas son sólo palabras para decoración, es por eso
que cada uno de ellos ocupa más de tres páginas.
Héroe.–
Qué puñado de bufones.
Solitario
Rey de Invierno.– Bueno… No hay elección. Temo a estas denuncias oficiales,
parece que les preocupa que si no hacen nada por nosotros, ellos enfadarán a
una de las facciones del Continente Central. Para decirlo de otra forma, si la
Unión Tripartida continua siendo denunciada por todos esos Reinos y nobleza,
podríamos encontrarnos aislados e intimidados por todos los demás.
Héroe.–
Bien, no es como si no supiéramos eso. Actualmente, si realmente nos
excomulgamos, es probable que el comercio se detenga, ¿cierto?
Senescal.–
Eso es correcto.
Héroe.–
Esa es, probablemente, la razón por la que ningún país ha ido contra la Iglesia
hasta ahora.
Solitario
Rey de Invierno.– Eso es cierto. En cualquier caso, estoy pensando en la
formación del ejército en pequeñas divisiones y enviándolas a patrullar las
fronteras.
Héroe.–
Esa es una buena idea.
Senescal.–
Los funcionarios provinciales han informado disturbios dentro de la región.
Mayordomo.–
Con respecto a eso, también he recibido reportes. Parece ser que los
mercenarios se han convertido en grupos de bandidos y están operando en las
fronteras del país. Además, con la rápida emancipación de los siervos, ha
habido casos de represalias y robos contra los terratenientes.
Solitario
Rey de Invierno.– Este es un problema real, qué dolor de cabeza.
Héroe.–
Sí, disculpe. No soy muy bueno en este tipo de cosas. No tengo ninguna sugerencia
buena y no conozco mucho sobre esto.
Solitario
Rey de Invierno.– Cuando se trata de esto, dudo que haya algún tipo de milagro
repentino. Cuando un problema como éste sucede, tenemos que lidiar con él lo
más pronto posible. Es ciertamente sorprendente que hayamos convertido a todos
los siervos en colonos libres, y que cada uno tenga su propio campo individual.
Sin embargo, en este caso, no importa qué, ellos tienen que cultivar tierras
nuevas por sí mismos. Quienes cultivan nuevas tierras tienen el derecho a
poseerlas. Sin embargo, cuando las tierras sin cultivar se convierten en
incultivables, es entonces cuando comienzan estos incidentes violentos.
Héroe.–
Ya veo.
Solitario
Rey de Invierno.– Además, ya que no poseen el tipo de mano de obra u organización
que tiene los terratenientes, es complicado hacer un trabajo intensivo en mano
de obra, tal y como lo es cultivar nuevas tierras. También, mantener y
supervisar cosas que todos los demás usan en el área, tales como instalaciones
públicas, es lo que le sigue a imposible.
Actualmente,
incluso si logramos controlar la tasa de este tipo de revolución violenta, en
comparación con el área de terrenos, la cantidad de ciudadanos que viven en la
tierra son pocos, claramente un país empobrecido. Liberar a los siervos es algo
bueno, pero no tiene sentido el desterrar a los terratenientes como represalia.
Héroe.–
¿Hay alguna forma de resolver esto?
Solitario
Rey de Invierno.– Primero, tendremos una guardia de patrullaje. Debemos
seleccionar soldados que conozcan bien la región para patrullar las aldeas
dentro del área. Eso debería encargarse de nuestras defensas básicas. Después,
debemos castigar severamente aquellos que violan la ley. Necesitamos garantizar
la seguridad de los terratenientes, y restaurar la ley y el orden de los
ciudadanos.
Senescal.–
Me uniré a las patrullas también. Haremos un recorrido por los pueblos del
país, y regresaremos en dos semanas para reorganizarnos y reagruparnos.
Héroe.–
Mmm.
Solitario
Rey de Invierno.– Posteriormente, tendremos que llevar a cabo un ceso y una
colectivización.
Héroe.–
¿Colectivización?
Solitario
Rey de Invierno.– Así es. Clasificaremos algunos hogares de colonos libres,
hasta diez, como un colectivo. Les proporcionaremos instalaciones y las
trataremos como una sola unidad administrativa. Esto aplica para impuestos y la
mano de obra también. Distribuiremos plántulas[2]
y otras necesidades a los colectivos para que puedan combinar con su trabajo
con tal de obtener un desarrollo más sencillo. Si no hay más problemas,
entonces las patrullas tendrán que lidiar con eso. Si recibimos noticias de que
alguna de las familias está ocasionando problemas, las moveremos a algún otro
colectivo.
Héroe.–
Esa es una buena idea, pero se ve complicado.
Solitario
Rey de Invierno.– Eso es correcto, es complicado. Esto probablemente tome mucho
esfuerzo.
Además
de eso, esto es sólo una etapa de transición. Justo ahora, probablemente
tengamos que forzar a los colonos a estos colectivos, pero en un futuro, espero
crear un sistema de colectivos más libres. Será difícil, pero no hay elección.
Yo creo que esto es lo correcto. El documento que la Erudito dejó debería ser
útil con esto.
Héroe.–
Ah así, ¿por qué?
Mayordomo.–
Para este tipo de cosas, necesitaremos una gran cantidad de registros.
Tenemos
que iniciar un ejercicio extremadamente detallado de un censo, y poner en
marcha una gran división de mantenimiento de registros.
Héroe.–
Huh... Bueno, esto está completamente fuera de los campos de experiencia tanto
de mí como de la Mujer Paladín.
— El Reino del Lago, Capitolio, Cuartele
General de la Unión.
Comerciante
Astuto.– … El precio del trigo ha empezado a subir anormalmente.
Comerciante
Joven.– Ha comenzado.
Comerciante
Astuto.– Sí. Ha aumentado un 64% desde el año pasado y 9 puntos desde la semana
pasada.
Comerciante
Joven.– Fue una buena idea el mover nuestros cuarteles generales al Reino del
Lago. Sería desastroso si la información llegara tarde.
Comerciante
Astuto.– ¿Deberíamos empezar?
Comerciante
Joven.– ¿Estás dudando?
Comerciante
Astuto.– No, yo también nací como un comerciante. Tengo el estómago para algo
como esto. Déjame ver los resultados.
Comerciante Joven.– Exactamente. ¿Los preparativos para las
comunicaciones y los caballos rápidos están listos?
Comerciante
Astuto.– Todo listo.
Comerciante
Joven.– Esto también está por convertirse en un campo de batalla. No dormiremos
ni descansaremos.
Asistentes.–
¡Sí!
Comerciante
Joven.– Entonces, comencemos.
Comerciante
Astuto.– Sí.
Comerciante
Joven.– Ahora comenzaremos con la operación de la Unión para arrinconar los bienes
esenciales como el trigo, metal, sal y carbón. Compren trigo hasta 320 puntos
de los precios del año pasado y el resto hasta 240 puntos.
Comerciante
Astuto.– ….
Comerciante
Joven.– Por supuesto, no gastes dinero innecesariamente. Mantente alerta
durante todo el proceso y vela por nuestros intereses. Exceptuando esta vez,
tenemos más intereses que sólo ganancias. Tenemos que mantener el precio de los
bienes.
Comerciante
Astuto.– Sí.
Comerciante
Joven.– Espero que la situación política se deteriore. Asegúrense de poner
atención al envío y almacenamiento de los bienes. Los mercenarios usualmente sólo
aceptan dinero como pago. Es necesario asegurar su lealtad para que podamos
intentar que acepten el pago directamente en trigo u otras comodidades. En este
caso, hagamos los arreglos para pagarles semanalmente en lugar de mensualmente.
Comerciante
Astuto.– Entendido.
Comerciante
Joven.– ¿Han trazado los Futuros de
Trigo?
Comerciante
Astuto.– Los contratos ya han sido arreglados.
Comerciante
Joven.– Manténganse en contacto con los terratenientes y nobles a gran escala,
por favor.
Comerciante
Astuto.– ….
Comerciante
joven.– Entonces, aquí comienza.
Comerciante
Astuto.– ¿?
Comerciante
Joven.– La facción de la iglesia probablemente vaya a desaprobar que
monopolicemos el mercado.
Comerciante
Astuto.– Sí, ya están expresando algo de desagrado.
Comerciante
Joven.– ¿Qué deberíamos hacer si
empezaran a delatarnos ante la iglesia?
Tendríamos
que tirar todas las ganancias que están frente a nosotros, o perderíamos muchos
de nuestros permisos comerciales, eso es algo que no podemos permitir como
comerciantes.
Comerciante
Astuto.– … ¿Qué deberíamos hacer?
Comerciante
Joven.– Usamos una mano negra. Envía fuera a los tres Concejales por dos
semanas.
Comerciante
Astuto.– ….
Comerciante
Joven.– Terminaremos todo lo que necesitamos en dos semanas. Una vez que
empecemos algo como esto, no podremos detenernos a medio camino.
Comerciante
Astuto.– Entiendo.
Comerciante
Joven.– Vamos a disfrazar nuestras compras entonces. Estoy seguro que nadie en
el Continente Central está esperando algo como esto, pero no podemos mantenerlo
así por mucho tiempo. El disfraz probablemente se romperá dentro de dos semanas.
— El Sagrado Imperio, una ciudad costera,
Cuartel de los Nobles.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿¡Huh!? ¿¡Qué!?
Comerciante
de productos básicos.– Sí, ¿no lo he dicho ya? Un saco de trigo es ahora 8
piezas de plata.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿Eres estúpido?
¿Qué clase de precio es ese?
Comerciante
de productos básicos.– No has estado por
aquí en un tiempo, ¿verdad?
Ciudadano
de la ciudad costera.– Bueno, es cierto. He venido hasta aquí con mi carrito
para comprarte cosas. Tú sabes que puedes alimentar una familia de 8 con eso,
¿¡cierto!?
Comerciante
Ambulante.– Hey, dame un poco de trigo.
Comerciante
de productos básicos.– Por supuesto, ¿cuánto quiere?
Comerciante
Ambulante.– ¿Cuánto cuesta?
Comerciante
de productos básicos.– Un saco de trigo está a ocho piezas de plata. También
tenemos cereales, trigo de segundo grado a seis piezas y media de plata. La
cebada cuesta cinco piezas de plata.
Comerciante
Ambulante.– Muéstrame el de segunda clase.
Comerciante
de productos básicos.– ¡Aquí está!
Comerciante
Ambulante.– Hmm… Hay insectos mezclados con esto.
Comerciante
de productos básicos.– Hoy en día, encontrarás eso común en todas partes. Tengo
muchos compradores.
Comerciante
Ambulante.– Bien. Deme veinticinco sacos.
Comerciante
de productos básicos.– No hay problema, es una venta entonces.
Llena
saco.
Ciudadano
de la ciudad costera.– … Maldición, bueno, deme trigo de segunda clase también.
Comerciante
de productos básicos.– Claro. Un saco por siete piezas de plata.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿¡Eeh!? ¿¡No eran
tan sólo seis piezas y media de plata!?
Comerciante
de productos básicos.– Señor, este trigo de segunda clase estaba a cuatro
piezas de plata el saco. Es probablemente mejor para mí el no vender nada y tan
sólo guardármelo.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¡… Maldita sea! Dos sacos. Cuatro sacos de cebada
también.
Comerciante
de productos básicos.– Es una gran compra la que acaba de hacer.
Panadero.–
¡Barato! ¡Barato! ¡Pan de uva con mantequilla! Dos por quince piezas de cobre.
Llena
saco.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿Cómo es esto barato?
Es pequeño también. ¿Cómo podría esto costar quince piezas de cobre? ¿Qué está
pasando?… No hay nada para eso.
Vamos
a buscar lentejas y guisantes. Este año, no tenemos las Bendiciones del
Espíritu de la Luz. Bueno, esperemos que mejore el próximo año.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿¡Ehh!?
Comerciante.–
Las lentejas están a cuatro piezas de plata el saco. Los guisantes a seis
piezas y media de plata.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿¡Pero qué
demonios!? Entiendo que la cosecha de trigo haya sido mala. Es verdad que el
clima no haya sido demasiado bueno. ¿¡Pero acaso los cultivos de leguminosas no
fueron buenos este año!?
Comerciante.–
Bueno, eso es verdad. Pero―.
Ciudadano
de la ciudad costera.– Ahh.
Comerciante.–
Sólo piensa en ello. Aquella gente que usualmente come trigo podría empezar a
comer cebada o guisantes cuando el precio del trigo está demasiado alto,
¿verdad? Esa gente que usualmente come cebada o guisantes podría cambiar a
otros alimentos como frijoles, alforfón o nueces de nogal, cuando el precio
suba también, ¿correcto? ¿Entiendes?
La
demanda por leguminosas es mucho más alto de usual en el Mundo Humano justo
ahora.
Ese
es por qué el precio está subiendo.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿Por qué está
pasando esto?….
Comerciante.–
También he estado trabajando duro para tratar de bajar el precio.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿….?
Comerciante.–
Habiendo dicho eso, los nobles están hablando sobre la fijación de los precios
de los frijoles, productos básicos y cosas como el pan para la próxima semana.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿Fijando….?
Comerciante.–
Sí, ellos van a fijar los precios.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¡Brillante! Entonces, siempre y cuando compre dentro de
un mes, ¡podré obtener trigo y frijoles más baratos!
Llena
saco.
Comerciante
Ambulante.– Vaya, vaya.
Ciudadano
de la ciudad costera.– Ahh, tú eres el comerciante de más temprano.
Comerciante
Ambulante.– ¿No te había visto con el
Comerciante de necesidades básicas?
Ciudadano
de la ciudad costera.– Sí, tú eras el Comerciante Ambulante, ¿cierto? ¿Cómo
estás?
Comerciante
Ambulante.– No entiendes nada, ¿verdad?
Comerciante.–
No hay elección. Él nunca tuvo una conexión con la granja de todos modos.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿Qué quieres
decir? ¿Qué está pasando?
Comerciante.–
… Huh.
Comerciante
Ambulante.– Probablemente no debería decir nada, pero soy un viajero, así que
probablemente no me afecte demasiado.
Comerciante.–
He estado sopesando los frijoles.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¿Y?
Comerciante
Ambulante.– Los precios del trigo, cebada y avena han estado subiendo
constantemente. Sinceramente, no creo que los precios vayan a bajar el mes que
viene. ¿Qué crees que pasará si fijan los precios del trigo y del pan?
Probablemente todos irán a la quiebra. Si el precio de trigo sigue siendo tan
alto, entonces los comerciantes de productos básicos y panaderos no podrán
abrir.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¡Ah!
Comerciante.–
Eso es correcto. Aunque los precios están subiendo, todavía están tratando de
vender todo lo que tienen. Por supuesto, se quedan con lo suficiente para no
morirse de hambre.
Ciudadano
de la ciudad costera.– … Eso es―.
Comerciante.–
Bueno… ¿Qué tal esto? Si es tal y como él dice, entonces ninguna de las tiendas
abrirá el mes siguiente. Usted debería probablemente comprar algo de tocino y
frijoles, o al menos algo de cebada, en preparación.
Ciudadano
de la ciudad costera.– ¡Y-y-yo comprendo!
Comerciante.–
Estaré cerrando por hoy, así que puedo darles un descuento.
Ciudadano
de la ciudad costera.– Deme dos sacos de lentejas y guisantes.
Comerciante.–
Eso serán veinte piezas de plata.
Comerciante
Ambulante.– Deme veinte sacos de guisantes.
Comerciante.–
Bien. ¡Entonces dame una mano con estos !
[1]
Excomunión: Esto se refiere a ser abandonado por la Iglesia. En la edad
media, la Iglesia a menudo era el centro de gran parte de la vida y sociedad.
En otras palabras, aquellos que eran abandonados, encontrarían difícil el vivir
en la sociedad humana, esto también se aplica a los países excomulgados. En la
novela, la excomunión es también un castigo severo.
[2]
Plántula: Planta joven, al poco
tiempo de brotar de la semilla.
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